La horda avanzó implacable, rápido, sin pararse a guardar sigilo. Ya daba igual, habían cogido a los orejas picudas por sorpresa, Gorko y Morko les habían bendecido con un golpe de suerte, esa niebla densa justo en ese momento no podía tener otra explicación.
Grom dio la orden de cargar, gritó a sus lobos y se desató la violencia en una marea verde sin orden ni control.
El Panzudo dejaría huella en la Historia del tiempo que le había tocado vivir. Nunca nadie le olvidaría ya.
Torre y monolito realizado por Lupercal Estudio.